En el origen, el mundo se hallaba sumergido en las aguas dulces y amargas; Apsu, le óceano, y Tiamat, el mar, lo cubrían todo. Mezcland sus aguas, engendraron a los dioses; el orden salió del caos. A medida que las parejas divinas se sucedían, se empancipaban haciendose más perfectos, hasta llegar la tirada suprema, Ana, Entil, Ea. Pero la actividad de los dioses acabó por turbar el reposo del Caos. Entonces, Tiamat, suscita mountros de todas clases, dragones y serpientes, ante los cuales los dioses retroceden asustados. Pero uno de ellos se levanta: es Marduk, el señor de Babilonta. Lucha y enfrenta solo al Caos. Y corta su cuero en dos pedazos: con los que creará el firmamento y la tierra, y engendra a los hombres de su propia sangre.
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Nosotros creemos que este tipo de leyendas llegaron a ser muy famosas entre la gente, porque son sus formas de creer en algo, y como el hombre tiene la necesidad de creer en algo más grande y poderoso que el ser humano, alguien perfecto, sin errores y al que el hombre pueda tomar de ejemplo.
La historia de la creación nos narra como los Babilónicos creían en su creación y beneraban a estos seres perfectos.
-Ana Paola Espíritu
-Karla Arévalo
-Daniel Gámez
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